Qué hacer y qué no para conseguir el éxito escolar de los hijos

Los alumnos cuyos padre son más controladores presentan peores resultados escolares mientras que los más comunicativos logran los mejores

La forma que tienen las familias de implicarse en los estudios de sus hijos puede ser más o menos beneficiosa para sus calificaciones e incluso para la equidad del centro, y entre aquellos padres y madres menos controladores y más comunicativos parece encontrarse la receta para el éxito escolar.

Y es que «en la implicación familiar no todo vale y no siempre más es mejor», destaca a Efe el profesor del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo, Rubén Fernández Alonso, uno de los autores del estudio «La implicación familiar en la educación: una herramienta de cambio«.

Se trata de un trabajo dado a conocer este martes por el Observatorio Social de La Caixa y que se ha basado en los datos de la Evaluación General de Diagnóstico llevada a cabo por el Ministerio de Educación con la participación de 26.543 estudiantes de segundo de la ESO escolarizados en 933 centros.

En el estudio también se ha reconocido que las madres están más implicadas que los padres en la comunicación con sus hijos: el 82 % de las madres se interesan habitualmente por cómo les ha ido en clase frente al 66 % de los padres con la misma actitud.

Los expertos han dividido los centros en cuatro grupos, siendo los que tienen familias más controladoras y más comunicativas y los que cuentan con familias menos controladoras y menos comunicativas las más habituales, ya que suman los mayores porcentajes, 34 % y 33 %, respectivamente.

Los centros con familias más controladoras y menos comunicativas representan el 14 % y aquellos en las que el estudio concluye que se obtienen mejores resultados, es decir, las menos controladoras y más comunicativas, son el 19 %.

¿Qué es una familia comunicativa y qué es una familia controladora?

Las comunicativas pasan por mantener con sus hijos conversaciones sobre el colegio para tratar técnicas y hábitos de estudio, relaciones personales en el aula y motivación hacia el estudio.

Las controladoras serían aquellas en las que los progenitores centran sus interacciones en la ayuda, la supervisión y el control de los deberes escolares y con frecuencia se implican directamente en su realización.

De este modo, Fernández Alonso distingue entre las familias que preguntan a sus hijos cómo te ha ido en clase, qué tal te ha salido el examen o cómo te llevas con tus compañeros, pero sin caer en un control excesivo y dejando mayor autonomía al menor para su desarrollo personal, y aquellas más preocupadas porque los deberes se hagan e incluso haciendo las tareas con ellos.

«Un perfil de padres demasiado intervencionistas posiblemente quite oportunidades de crecimiento y de autonomía del alumno«, apunta este experto, que afirma: »es mejor el cómo nos comunicamos y cómo dejamos que los hijos vayan afrontando las dificultades«.

No obstante, reconoce que a veces ese perfil intervencionista lo provoca el propio centro cuando los padres acuden y el tutor o profesor les dice que su hijo no trae hecha la tarea o que la lleva mal resuelta.

Fernández Alonso subraya que en el estudio (lo firman también los profesores Marcelino Cuesta y Pamela Woitschach, de la Universidad de Oviedo, y Marcos Álvarez-Díaz, de la Consejería de Educación y Cultura de Asturias) han detectado un dato que no esperaban y es el efecto de la implicación familiar en el centro.

Así, en los centros en donde «el grupo de familias tiende a ser mayoritariamente controladoras, no solo hay peores resultados, sino que hemos encontrado mayores diferencias entre los resultados de los estudiantes, hay más inequidad entre alumnos«, comenta. Por el contrario, »en centros con perfiles más comunicativos las diferencias entre alumnos son mas pequeñas y los resultados son más equitativos«.

En concreto, los centros cuyas familias tienen un estilo más comunicativo obtienen 20 puntos de diferencia en equidad con respecto a los centros con familias controladoras. «Es una evidencia en la que hay que seguir estudiando», comenta Fernández Alonso, que aboga por trabajar en los centros con la formación e información de los padres, por ejemplo entrenar a las familias en cómo enfrentarse a las dificultades de los hijos.

https://www.lasprovincias.es/sociedad/educacion/como-conseguir-exito-escolar-hijos-20190430141304-nt.html

Una ley para controlar la saturación de deberes

Entra en vigor hoy como “un regalo para todos los niños, niñas y adolescentes valencianos”

La ley valenciana de Infancia y Adolescencia entra en vigor este martes, 25 de diciembre, día de Navidad, como “un regalo para todos los niños, niñas y adolescentes valencianos”.

Así lo ha destacado en su cuenta de Twitter el secretario autonómico de Inclusión e Igualdad, Alberto Ibáñez, tras la publicación definitiva de la norma este lunes de Nochebuena en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), un mensaje que ha compartido en la red social la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra.

La nueva normativa da a los niños [y niñas] la consideración de ciudadanos de pleno derecho al tiempo que impulsa su participación en la vida pública y avanza en la promoción de sus derechos. También establece protocolos sanitarios y educativos para los menores en situación de acogimiento familiar, a los que se les dará acceso prioritario a ayudas de estudio, comedor o transporte y becas.

Esta ley persigue fomentar las familias extensas o educadoras como medida preferencial y diseñar un plan de protección de la infancia, con el objetivo de que los menores puedan volver en el menor tiempo, si es posible, con su familia.

Tiene como objetivo que “los niños [y las niñas] sean protagonistas del presente” e ir más allá de la función protectora que las administraciones públicas y la sociedad tienen sobre la infancia, además de avanzar en la garantía e implantación de sus derechos. Se trata de la primera vez que una ley desarrolla conceptos como la promoción de derechos infantiles y su participación.

Bajo el principio de “empoderamiento” de niños y adolescentes, la normativa los reconoce por primera vez como ciudadanía activa y de pleno derecho en todos los ámbitos de esferas públicas y privadas.

Contra la saturación de los deberes


Paralelamente, incluye medidas como la eliminación de la edad mínima para que sean escuchados en tratamientos médicos y la obligación de respetar sus convicciones. La ley establece el acceso al ocio educativo como un derecho, con la carga lectiva en horario escolar para que los niños “no estén cargados de deberes” cuando llegan a casa.

El pasado 29 de noviembre, el pleno de Les Corts dio luz verde a la Ley de Infancia y Adolescencia con los votos a favor del PSPV, Compromís, Podem y Ciudadanos y la abstención del PP, al no compartir su “ideología”. Se trata de una norma que el Consell aprobó en junio y tramitó de urgencia desde finales de 2017 con el objetivo de actualizar la anterior, que había quedado “desfasada”, como explicó Oltra en su presentación.

https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2018/12/25/ley-controlar-saturacion-deberes/1813496.html

La comunitat educativa es dividix davant el debat sobre els deures als xiquets

Les associacions de pares de l’escola pública donen suport a la prohibició de les tasques a casa “per llei” mentre que els de la catòlica defenen els deures “proporcionals a l’edat”

Els deures dels xiquets tornen a eixir a la palestra. La Conselleria d’Igualtat i Polítiques Inclusives li va preguntar als xiquets quins aspectes els agradaria que arreplegara la nova Llei d’Infància ja que, per primera vegada, se’ls considera “ciutadans de ple dret”. I els menors van mostrar la seua preocupació pels deures i per la falta de temps lliure. Per això, la nova Llei d’Infància i Adolescència que prepara la direcció general del mateix nom, arreplegarà que els xiquets tinguen menys deures ja que l’oci es reflectix com un dels seus drets fonamentals. Precisament perquè són xiquets. El debat està servit.

Federació d’Associacions de Pares i Mares d’Alumnes (FAMPA). “Aplaudim la iniciativa de la Direcció general d’Infància, encara que pensem que haurien de fer un pas més i prohibir els deures per llei, com ocorre en altres països com França. L’any passat participem en una campanya de ‘vaga de deures‘ perquè els xiquets necessiten jugar perquè són, precisament, xiquets i els professors no es coordinen a l’hora d’establir les tasques. Els exàmens s’han de dur a terme a determinades edats, però els deures és un tema que ja s’ha portat fins al Congrés dels Diputats i la nostra postura és, directament, deures no”, afirma el president de FAPA, Marius Fullana.

Associació de professors de Primària. “Perquè els xiquets tinguen deures la coordinació del professorat ha de ser màxima, i no ho és. D’entrada, fins als 8 o els 9 anys no haurien de tindre tasques a casa i, quan es posen han de ser per un temps mínim (no més de mitja hora). Nosaltres apostem per la lectura com a tasca per a casa o un altre tipus d’activitats com comparar la factura de la llum (veure si s’ha pagat més o menys que el mes anterior), realitzar l’arbre genealògic o esbrinar quina professió tenien els avis o avantpassats. Els alumnes de Primària tampoc haurien de tindre més d’un control al dia. L’objectiu és que no odien l’escola i gaudisquen aprenent. Perquè per cuidar el seu futur perdem el seu present”, afirma Eva Tarín.

Federació catòlica d’Associacions de pares d’alumnes (Fcapa). “Nosaltres estem en contra tant de la regulació com de la supressió dels deures. Per una qüestió pedagògica. És el mestre qui ha de valorar el que el xiquet necessita. No podem restar-li autoritat al professor, una altra cosa és que li exigim que els deures siguen proporcionals a la seua edat i que les matèries es coordinen. Però que la Llei d’Infància arreplegue la regulació dels deures em pareix fora de lloc”, assegura el president de Fcapa, Vicente Morro.

Stepv. Des del Sindicat de treballadors i treballadores de l’ensenyament del País Valencià (Stepv) afirmen que el problema dels deures “es deu als currículums que se li marca al professorat perquè per a seguir la programació i complir els objectius han de manar tasques per a casa. Si no, no complixen. Si a això se sumen les extraescolars… ens plantem amb un xiquet que es posa a fer els deures a les huit de la nit i això és tremend. Amb la jornada contínua els xiquets tindrien més temps per a unes tasques coordinades”.

Comissions Obreres. Des de CCOO. Xelo Valls aplaudix que l’oci dels menors aparega com un dret en la Llei d’Infància, i assegura que els professors s’atabalen perquè no poden cumpolir amb els objectius que planteja la Lomce i això és el que cal revisar. “Cada comunitat educativa ha de decidir i planificar si posa deures i per a reforçar què perquè els xiquets ja no tenen temps ni de jugar”.

CSIF. Des de la Central Sindical Independent i de Funcionaris (CSIF), “considerem que eixa nova normativa sobre la infància hauria d’escoltar i comptar amb l’opinió dels docents i de la comunitat educativa en general abans de promulgar-se. El sindicat respecta la capacitat pedagògica i la llibertat d’ensenyament de cada professional per a organitzar les seues classes i manar o no més o menys deures als seus alumnes segons considere oportú. Eixe professional és qui millor coneix les necessitats del seu alumnat i el seu objectiu consistix a potenciar les seues habilitats i ampliar els seus coneixements”, afirma el president, Artemio Almonacid.

ANPE. Des del sindicat independent de docents, Laureano Bárcena assegura que incloure la regulació de deures en la nova Llei d’Infància és “una miqueta irresponsable”. “Una cosa és demanar la racionalitat i adequació de les tasques, pitjor sempre des del respecte al docent. Els deures tenen per objectiu inculcar l’hàbit d’estudi, ajuden el xiquet a planificar-se i reforcen el que s’ha donat en l’aula. Així que, realitzar una llei així sense contra amb el professorat no pareix el més correcte. Necessitem el consens de tota la comunitat educativa”, explica.

 http://val.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2017/11/21/comunidad-educativa-divide-debate-deberes/1644420.html

Jornada continua: solo el 25% de los alumnos participa en extraescolares

Por Pablo Rovira. Magisterio
Martes 21 de febrero de 2017, 09:49h

Un descenso no concluyente de los resultados académicos en las evaluaciones diagnósticas, un mínimo repunte en las solicitudes de matriculación, un notable descenso en los alumnos usuarios del comedor escolar y una escasa participación en las actividades extraescolares, tanto de alumnos como de profesorado.

Éstas son las principales conclusiones que se pueden extraer del Informe sobre Jornada Escolar del curso 2015-16 realizado por la Conselleria de Educación valenciana que publica en exclusiva MAGISTERIO, con el que la Administración evaluó el programa experimental iniciado en el curso 2013-14 en centros valencianos y en el que se basó la Conselleria en la normativa que desde este curso ha generalizado la jornada continua en esta autonomía.

En la cuestión de los resultados académicos, hay que distinguir entre los propios del centro y los de éste en las evaluaciones diagnósticas. Sobre las evaluaciones en el centro, el informe señala que “ambos grupos (los primeros nueve centros que aplicaron la continua y los segundos 22 centros que lo hicieron un año más tarde) han mejorado una medida de casi tres décimas respecto a la media de notas desde la implantación de la jornada continua”. Aunque, señala el informe, “una mejora de tres décimas tampoco resulta muy significativa”.

Diferentes son los resultados en las diagnósticas, aunque tampoco, a juicio de la Conselleria, concluyentes. El informe reconoce que en la última evaluación realizada, en mayo de 2015, los centros valencianos con jornada continua empeoraron los resultados en las competencias lingüística y matemática. No obstante, no se encuentra una tendencia clara, señala el informe, en los resultados de las evaluaciones en los últimos cuatro años, además de que las variaciones “tanto en Competencia Matemática como en Competencia en Comunicación Lingüística, son mínimas, 7,67 y 1,8 respectivamente”. “Además, los centros que llevan dos años con la experimentación, aunque mejoran los resultados en la prueba diagnóstica de Competencia Matemática del año siguiente al inicio de la experimentación, lo hacen de la misma manera que los que solo llevan dos años, y al año siguiente los dos vuelven a bajar de la misma manera. También se ve que ambos grupos tienen la misma bajada de notas en la prueba diagnóstica en la Competencia Lingüística”, resume el informe. Esta falta de claridad lleva a la Administración a señalar que “no hay ninguna relación entre la jornada continua y los resultados en las pruebas diagnósticas”.

No fue ésta la misma conclusión a la que llegó la Conselleria un año antes, cuando la Comisión de Seguimiento de este programa experimental realizó un primer informe de este plan y señaló que los nueve centros públicos de Primaria que implantaron la jornada continua en el curso 2012-13 empeoraron una media de 37 puntos en la evaluación diagnóstica de 2014 y ocho de los nueve centros empeoraron su rendimiento académico. Este fue el informe que motivó la decisión de la Administración valenciana de no extender la jornada continua en la Comunidad a otros centros durante el curso 2015-16.

Parecida indefinición recoge este informe, al que ha tenido acceso MAGISTERIO, en cuanto a la variación del nivel socioeconómico y cultural (ISEC) de los centros participantes, donde “las diferencias observadas son mínimas, ya que en general el índice baja 68 diezmilésimas, lo que es imperceptible y no aporta ninguna información al estudio”. Así,14 centros suben su ISEC y 16 lo bajan, pero con oscilaciones por debajo del 0,3.

El comedor baja un 30%
Mucho más significativa es la incidencia de la jornada continua en el uso del comedor escolar por parte de los alumnos. El uso del comedor escolar baja más de un 30% en el grupo de centros que aplicaron la jornada continua a partir del curso 2014-15 y de más del 18% en los del curso 2013-14. Un porcentaje que en la realidad puede ser mayor si se tiene en cuenta, como señala el informe, que a partir del curso 2015-16, último curso de referencia, el comedor también se abre los meses de septiembre y junio. Tal y como valoran directores, docentes y familias, “se reduce el número de comensales y, por tanto, la inversión de la Conselleria en becas de comedor”.

El informe también cuantifica la participación del alumnado y del profesorado en las actividades extraescolares que el centro estaba obligado a ofertar por la tarde. Según los datos recopilados por la Conselleria de Educación, solo el 25% de los alumnos participa en las actividades extraescolares. El dato confirma una tendencia detectada en el curso anterior, 2014-15. Que en los centros en los que la continua era el primer año de implantación, la participación era del 40%, pero descendía “considerablemente” al segundo año de aplicación de la continua “ya que las familias encuentran más posibilidades alternativas a la de la estancia en el centro tras las horas lectivas, aprovechando así, para realizar actividades que proporcionan un valor añadido”.

Hay que recordar que en este programa experimental sí se permitía, como reconoce el informe, la convivencia de extraescolares de pago y gratuitas en la jornada escolar. La nueva normativa no permite esta opción.

Jornada continua: solo el 25% de los alumnos participa en extraescolares

Entrevista a Jordi Collet: “Sense les famílies i la comunitat no es pot fer una bona escola

Entrevista al sociòleg Jordi Collet, que amb Antoni Tort publica el llibre ‘Famílies, escola i comunitat’: “Les famílies no s’han de posar en el disseny metodològic de l’escola, però sí que l’han de conèixer”.

Pau Rodríguez
 14.02.2017 – 07:59

Es comença discutint sobre el paper de les famílies en l’escola dels seus fills i s’acaba defensant la implicació de tot el territori en el model educatiu. Així avança aquesta entrevista al sociòleg Jordi Collet, i així es desenvolupa el llibre que ha escrit amb el pedagog Antoni Tort –tots dos de la Universitat de Vic–, Escola, famílies i comunitat, coeditat per El Diari de l’Educació –juntament amb Octaedro–, i que a partir d’avui podran rebre tots els subscriptors.

Al llibre identifiqueu diferents tipus de famílies: les visibles, les invisibles i les hipervisibles. A què us referiu?

Ens referim a que les diferents famílies tenen veus, presències i visibilitats desiguals que cal tenir molt en compte. Per exemple, això passa en les relacions informals a l’escola, però també en les participacions en les AMPA o els consells escolars, on la recerca ha detectat que es donen processos de colonització. És a dir, que hi pot haver escoles amb un 90% de famílies nouvingudes però que a l’AMPA només hi tenen adults blancs i autòctons. Hi ha famílies que tenen molta veu i molta visibilitat –fins i tot són hipervisibles– i n’hi ha que no en tenen –invisibles–, i l’escola ha de ser conscient de quines famílies té i quines li arriben i pensar com fer-se més participativa i democràtica amb tothom. Perquè si no recorrerà al tòpic: “Hi ha famílies –invisibles– que no venen perquè no els interessa”. I no és veritat.

Moltes famílies migrants no s’apropen a l’escola perquè no entenen el català. Això ho expliquen molts mestres.

I no només l’idioma, sinó els codis informals. A les famílies de clase mitjana els més més fàcil. Però si vinc de fora hi ha pautes culturals que desconec, i que poden marcar la meva relació amb el tutor. Aquestes són les famílies invisibles; les visibles acostumen a ser de classe mitjana.

A quines relacions et refereixes quan parles de codis informals?

A la relació entre tu, mestre, i jo, pare o mare. T’he de donar la mà? Dos petons? Tractar-te de vostè? Tot això, si no ho sé, m’allunya de tu. És lògic. Per algunes famílies xineses la mestra és una figura molt reputada, i en moltes ocasions es poden preguntar qui són ells per atrevir-se a dir-li segons què. Per entendre-ho d’una manera global, a vegades fem servir una metàfora: l’escola és com un país on hi ha gent que hi arriba amb passaport i d’altres són estrangers i no coneixen els seus mecanismes de participació, les tasques, els codis…

Què pot fer una escola o un institut per implicar les famílies, sobretot aquelles que li són invisibles? 

El primer que ha de fer, com sempre, és fer-se la pregunta. I a partir d’aquí hi ha molts camps on avançar: des de la pàgina web –qui la fa, a què respon, qui hi entra…– fins a revisar les entrevistes i reunions amb els pares i mares. A la universitat sempre diem que és important que els mestres comencin les entrevistes amb tres coses positives de cada infant, perquè si no n’hi ha que acaben convertint-se en un autèntic interrogatori . Hem de ser conscients que les famílies són diverses i desiguals i buscar les formes d’eliminar els elements i barreres d’incomprensió mútua.

Si haguessis de resumir per què la participació familiar és important per a un centre educatiu, què diries? 

Les famílies són part de la solució: sense elles i sense la comunitat no hi pot haver una bona escola. Si exclous la família, deixes fora un dels actors principals de l’educació. Si hi ha escoles és perquè hi ha famílies que tenen fills i filles –quan no en tenen, es tanquen escoles, com hem vist–. L’origen d’això té a veure amb la història de l’escola, que a Espanya es remunta al segle XIX amb la llei Moyano, que construeix un sistema educatiu que s’oposa a les formes de socialització de les famílies, en considerar –segurament amb raó– que educaven malament els infants. Per això es va crear una escola per a les masses que fos tancada, amb especialistes a dins per educar els infants. Però això va construir una gramàtica escolar profunda que ara ens costa millorar. Per exemple: arquitectònicament a les escoles no hi ha sales per a les famílies. On t’esperes quan van a una entrevista amb el tutor dels teus fills?

Depèn…?

En molts casos fas nosa, al passadís… L’escola no està pensada per a la comunitat educativa, sinó per als infants i mestres. Però amb les diferents famílies implicades, l’escola és millor. I amb la comunitat, també. Com més allunyades estan les famílies, sobretot les de classes populars i les nouvingudes, més propensió hi ha al fracàs. La participació de les famílies vulnerables facilita l’èxit escolar de tothom. Per tant, és també una qüestió de desigualtats, que només se subvertiran si el sistema educatiu es fa aquestes preguntes i dóna respostes inclusives.

Hi ha casos d’escoles que hagin aconseguit fer participar les famílies menys visibles?

I tant. Per sort cada dia més! Ho fan sabent que com més normes hi hagi i com més inflexibles i més tancades siguin, menys participaran les famílies allunyades. Hem de construir una “gramàtica tova” de l’escola: amb porositat, espais i moments de trobada… Fer que la relació sigui fàcil. Hi ha exemples. L’entrada a l’escola, en comptes de ser a les 9 h en punt, podria ser durant un marge de quinze minuts, perquè els mestres surtin a fora, les famílies entrin a l’aula… Així estableixes un espai de diàleg i comunicació, encara que sigui informal. Potser si els dones aquest temps per comentar-te coses, després a les 17 h no hi haurà lios al WhatsApp [riu]. També hi ha casos on les famílies participen en l’avaluació de l’escola, perquè cal que ens diguin com la veuen, i gairebé sempre ho fan en positiu però amb idees de millora.

Així i tot, quan plantegem la implicació de pares i mares en l’escola només ens ve al cap, d’entrada, l’AMPA i les extraescolars. Per què?

Per les relacions de poder que es donen dins l’escola, La pregunta és: com construir un govern de l’escola més democràtic? Que impliqui més presència i més responsabilitats compartides de docents, infants, famílies i comunitat. Si no ens pot passar com amb la participació ciutadana: que a les famílies només els deixarem escollir els colors del banc del pati.

Així doncs, haurien de poder prendre part del disseny del model educatiu?

La llei diu que han de poder participar en el procés educatiu dels seus fills, estar-ne informades i tenir un lloc en els espais de govern del centre. Han de poder col·laborar, però no des d’una perspectiva de poder en què un diu a l’altre el que ha de fer. A vegades, en una entrevista, el mestre li diu a la família: “El que haurien de fer a casa és…”. Home, no.

També passa al revés: famílies que diuen al mestre què ha de fer.

Exacte, el mateix. I en tots dos casos es genera un conflicte. Per això l’escola ha d’evolucionar cap a ser un espai democràtic. I això no vol dir que tothom decideixi sobre tot. Les famílies no s’han de posar en el disseny metodològic i educatiu, però sí que l’han de conèixer i s’ha d’explicar. Hi ha elements que, a més, permeten buscar acords, com és el cas dels deures, que impliquen família, mestre i infant. Hi ha d’haver un lloc i un reconeixement de veu, de capacitats, de sabers i de poders per a tothom

Heu detectat si cada cop les famílies volen decidir més sobre tot el que passa dins l’aula? Alguns mestres ho manifesten. 

Sobretot les de classe mitjana. Quan passa això, tens dues respostes: tancar-los la porta o atendre la demanda latent d’aquestes famílies, que no és altra que la de tenir un lloc en l’escola. Si a aquella família “pesada”, que tot el dia atabala, li dones un lloc, li dius amb fets que és important per al centre, això s’acaba.

Entre els debats escolars que més afecten les famílies hem citat els deures. N’hi ha un altre: els horaris. Han de poder dir-hi la seva?

És clau! L’escola condiciona enormement els horaris de les famílies. Hem d’evitar el que ha passat a Secundària, on de cop el 80% dels centres decideixen unilateralment que fan horari de matins. I les diferents famílies? I els adolescents i les seves diferents realitats? Això no ho poden decidir els instituts o el Departament ells sols. Davant de mesures com aquestes hi ha casos com els d’Olot o Granollers, on es planteja, amb aquestes o altres paraules un model d’escola a temps complet. És a dir, on hi ha un treball en xarxa per coordinar els horaris de totes les educacions en funció de les necessitats dels alumnes i les realitats familiars, escolars, esportives, musicals…

Una escola és com és en funció de les famílies que té?

No només… La tasca dels professionals és molt important. Són una peça clau. Hi ha instituts o escoles que tenen una població molt similar i uns resultats i una taxa de fracàs molt diferent.

Enguany Generalitat i Síndic de Greuges han posat en marxa un principi d’acord per combatre la segregació escolar. Les famílies han d’implicar-se a l’hora de reduir aquesta xacra? 

Tothom s’hi hauria d’implicar: el departament d’Ensenyament, els municipis, la inspecció, les escoles… I les famílies. El problema és que en un context de quasi mercat com el que tenim, per més actuacions que facis per combatre la segregació, crec que mai podràs lluitar del tot contra la voluntat de les classes mitjanes d’escollir centre, perquè tenen veu i vot. En la meva opinió, el que s’ha de fer és desactivar les lògiques que regeixen l’actual tria d’escola, i en aquesta línia vaig llençar una proposta per seguir pensant:  que cada municipi o territori –d’entre 20.000 i 50.000 habitants– tingui una sola escola: l’escola-municipi.

Això m’ho hauràs de desenvolupar una mica… 

En un territori de 20.000 habitants hi tens una escola municipal, que està ubicada en diferents edificis, i on s’hi agrupen els professionals en funcióde diferents criteris, docents que, a més, ja no són d’una sola escola, sinó que són del territori. Així l’escola treballa amb tot el municipi, amb el museu, el teatre, el centre cívic, el forn, el taller mecànic, l’estudi d’arquitectura… La meva proposta és pensar en una sola escola – municipi, però en realitat fent que les escoles siguin equivalents, com ha proposat recentment Barcelona, ja desactives la tria. És una mica el que passa a Finlàndia.

Estaríem parlant de municipalitzar l’educació.

Sí, està vinculat a aquest debat. Tu t’apuntes a l’escola-municipi, i després ja veuràs com s’agrupen. Desactives el nucli i la lògica del problema, que és la tria en un context com el nostre, que és de quasi-mercat.

Com encaixa en aquest model la concertada?

No ho tinc resolt. Però en el debat sobre la pública-concertada també ens hi hem de posar de forma seriosa, perquè està mal resolt. És un debat on tothom se sent agreujat: la concertada perquè està infrafinançada i per això les famílies han de pagar, perquè els seus mestres fan més hores; la pública, perquè la concertada té menys alumnat nouvingut i de classes populars, etc.… S’ha de resoldre de manera positiva, i crec que la municipalització de l’educació potser podria ajudar-hi.

Tornant al paper de les famílies en la segregació. Hi ha una part de responsabilitat que ha de recaure sobre elles? Els estudis diuen que les famílies fugen de les escoles més estigmatitzades

Cada cop més famílies de classe mitjana tenen les bases materials del seu benestar en el coneixement. En aquest sentit, l’educació ho és tot per a ells. Si vivim en un món de competició global on cada persona s’ha de construir un projecte personal competitiu, la tria d’escola esdevé determinant per als teus fills. Per què hi ha gent disposada a mentir per anar a una escola? A exagerar una celiaquia? La sociologia diu que la gent s’adapta a les regles del joc; i si aquestes són de competició i distinció, les famílies juguen a això. Però, en la meva opinió, no es tracta de culpabilitzar-les. A ningú. Des de la sociologia, del que es tracta  és d’atacar les lògiques de fons, les que ens duen a la competició.

El llibre parla d’escola, família… I comunitat. Què és la comunitat?

Té a veure amb l’ajuntament, que encara té poc paper en l’educació formal però molt al llarg de la vida –bressol, adults, PFI, suport escolar…–. També amb les famílies, amb el territori i la distribució urbanística, etc. I amb totes les educacions que són tant importants per a la socialització: amb l’esport, el lleure, la música, l’art, les llengües, internet… I els veïns i les associacions, és clar.

Sovint s’invoca la participació de la comunitat de forma genèrica en l’educació, però és possible fer que tots aquests agents prenguin part del dia a dia d’una escola o d’un institut?

Per sort hi ha cada dia més  territoris, rurals o urbans, que avancen cap aquí. Té a veure amb les ciutats educadores, els plans educatius d’entorn, amb els projectes educatius de ciutat, les zones educatives, les zones educatives rurals, etc.. Hem de coordinar i posar en plural les educacions. Qui porta l’educació de 0 a 3 anys? I els menjadors? I les extraescolars? Qui accedeix a les escoles de música del municipi? Les classes populars, no gaire. Amb els idiomes, el mateix. Si les velles desigualtats estaven vinculades a l’obtenció d’un títol, les noves tenen a veure amb tot el que l’envolta. I aquí els municipis tenen, a més d’incumbència com en tot allò educatiu, competències i capacitats per fer-hi molt com demostren dia a dia desenes de territoris arreu del país.

Les anomenades oportunitats educatives.

Exacte. Els ajuntaments han de pensar dels 0 als 100 anys una oferta educativa potent, de servei públic i ben finançada també per trencar desigualtats. Per què els nens i nenes de classes populars al meu barri van amb la flauta dolça a l’escola i els altres amb la flauta travessera a l’escola de música i l’orquestra de torn? Això s’ha de resoldre, i s’ha de fer des de la comunitat.

A Girona alguns professors d’escoles de música feien classe en escoles, dins el pla d’entorn municipal

Apropar la comunitat i les oportunitats educatives a l’escola és una opció molt interessant. Quan dius a una mare que vagi a aprendre català al centre cívic potser no hi va, però si li dius que vingui a l’escola, potser sí. Per què la música a l’escola no la pot fer l’escola de música per a tothom? I l’esport? Per què l’escola és un espai tancat? A Badia del Vallès en l’etapa 0-3 treballen conjuntament pediatria, escola bressol, espais familiars, ajuntament… A l’Hospitalet fan xarxes educatives 0-6. A Berga es promouen accions per conciliar horaris laborals i familiars. A Sabadell es fa el programa ciutat-escola. A Barcelona el programa Èxit. El treball de comunitat educativa als petits municipis… I així mil exemples arreu del país. Al final estem parlant de fer les coses en comú i per a tothom! Construir lògiques diferents, entendre que tot el territori és educador, preguntar-nos com fer de la piscina municipal –que és un espai molt educatiu– un lloc per a tothom, on hi participin les famílies. La idea de fons, en realitat, no és cap altra que fer les coses junts! Com educar junts i juntes en un projecte socialitzador potent al llarg i ample de la vida sense barreres per a ningú

Estem parlant d’un canvi cultural, de concepció de què és l’educació.

En aquests moments a nivell global imperen dues lògiques. Una és la neoliberal: per tenir escoles millors, han de competir. Aquí hi hauria els casos d’Anglaterra o Suècia amb les free schools. L’altra és la neoconservadora, que té a veure amb la idea de control: el que han de fer les escoles és el que diu el Govern. A vegades aquestes lògiques estan entrellaçades i es retroalimenten. Però el que veiem amb la recerca és que cap de les dues funciona a mitjà termini. Què podem contraposar a això? El fer-ho junts. Comunitzar les educacions. La UNESCO diu que l’educació és un bé comú. Doncs comunitzem-lo. Aquest verb ens permet construir una altra lògica, que es pot veure aplicada a diferents nivells: en el pla municipal en el treball en xarxa, però també en el treball als claustres –treballem junts, en comptes de fer-ho per separat de manera aïllada–, també a l’aula, on fem que els alumnes cooperin, aprenguin a construir coneixement i a créixer junts, com passa a força escoles, en alguns instituts, en les escoles de segona oportunitat, en les escoles bressol, les escoles de persones adultes… Fem escola junts amb les famílies i la comunitat. Si cosim totes aquestes actuacions, si les relliguem, estarem trenant una lògica alternativa. És la idea del co-munitzar: co-construir escoles, co-produir coneixement, co-educar (en el sentit de la “mirada violeta” que proposa la Marina Subirats) i també d’educar juntes persones diferents, co-governar-nos de manera més democràtica, conviure… i sense oblidar la lluita constant contra les desigualtats i per una igualtat d’oportunitats per a tothom.

http://diarieducacio.cat/jordi-collet-families-comunitat-no-pot-bona-escola/?utm_source=Butllet%C3%AD+web&utm_campaign=efdb3ccc8c-EMAIL_CAMPAIGN_2016_11_24&utm_medium=email&utm_term=0_1792201920-efdb3ccc8c-157767465

Les famílies de la Confederació Gonzalo Anaya no fan deures els caps de setmana de novembre

RedactaVeu / València.

La majoria de pares i mares de les escoles públiques valencianes representades a través de la Confederació Gonzalo Anaya han gaudit ja del seu primer cap de setmana sense deures. Segons ha informat el col·lectiu a través d’un comunicat, alguns d’ells, per a unir-se a la campanya, van consensuar amb el centre la mesura sense majors dificultats, uns altres consideren que ha sigut relativament fàcil posar en pràctica la iniciativa perquè en l’últim any la càrrega de deures s’ha vist minvada en el centre. Independentment del mètode utilitzat per les AMPA per a aconseguir que els xiquets i xiquetes dediquen els caps de setmana de novembre a altres activitats, la veritat és que gràcies a aquesta iniciativa de conscienciació sobre la gestió del temps dels estudiants, aquests han pogut dedicar-li més temps a la família, a activitats culturals o a l’aire lliure.

“Estem immersos en un altre cap de setmana sense deures i les famílies que s’han unit a la proposta han dissenyat plans alternatius als deures per a aquests dies”, ha anunciat la confederació. L’objectiu d’aquesta proposta de la Confederació Estatal de Federacions d’AMPA, CEAPA és fer un replantejament de les tasques escolars fora de l’aula en vista a dissenyar un nou sistema educatiu que tinga en compte altres factors que també intervenen en l’educació com són altres agents socials que formen part de l’entorn de l’alumne. L’objectiu d’aquesta campanya va més enllà de no fer deures durant aquest més, és buscar una alternativa als deures en un sistema educatiu diferent i consensuat amb tota la comunitat educativa.

Màrius Fullana, president de la Confederació Gonzalo Anaya, posa com a exemple l’activitat que ell mateix va realitzar amb la seua família: “Acudim amb els nostres fills a la concentració contra la violència masclista a Tarragona. Entenem que aquest tipus d’accions, com eixir al carrer per a defensar drets, també són un aprenentatge per als nostres fills i que complementa molt bé el que aprenen en les aules”.

Recorden que la proposta va dirigida al fet que els escolars no realitzen deures durant els caps de setmana del mes de novembre, és a dir, canviar les activitats acadèmiques per activitats familiars en benefici que els xiquets i xiquetes gaudisquen durant aquests dies del joc, d’activitats artístiques i culturals, tal com reconeix l’article 31 de la Convenció dels Drets Humans.

Aquesta iniciativa també arreplega els drets dels pares i mares a prendre decisions sobre l’àmbit familiar, que és on es trasllada l’activitat acadèmica dels deures durant el cap de setmana.

La Confederació Gonzalo Anaya ha organitzat per a tractar el tema dels deures en l’àmbit educatiu una jornada el pròxim 19 de novembre a València a la qual assistirà com a ponent el president de CEAPA, José Luís Pazos, així com pedagogs, representants de pares i mares i de centres educatius i estudiants, per a posar sobre la taula aquest tema, tal com va avançar aquest diari en saber que des de la Conselleria s’estava treballant per a realitzar una trobada de reflexió al voltant dels deures amb la comunitat educativa i experts sobre el tema.

http://www.laveupv.com/noticia/23196/les-families-de-la-confederacio-gonzalo-anaya-no-fan-deures-els-caps-de-setmana-de-novembr